Entre el 6% y el 8% de todas las
emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre podrían reducirse si evitáramos el desperdicio de alimentos. Solo en EE.UU., la producción de alimentos perdidos o desperdiciados provoca tantas emisiones de gases de efecto invernadero como
32,6 millones de coches. La EPA calcula que la pérdida y el desperdicio de alimentos en EE.UU. causan
170 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero (CO2e; excluidas las emisiones de los vertederos) cada año, lo que equivale a las emisiones anuales de CO2 de
42 centrales eléctricas de carbón.
Porcentaje del total mundial de gases de efecto invernadero comparado con los gases de efecto invernadero debidos a la alimentación
Citado: Hannah Ritchie, Max Roser (2020): "Environmental Impacts of Food Production". Disponible en línea en:
https://ourworldindata.org/environmental-impacts-of-food
Un
estudio de Poore y Nemecek (2018) mostró que el
19% de las emisiones alimentarias se deben a pérdidas de alimentos a lo largo de la cadena de suministro. Esto se debe a técnicas deficientes de almacenamiento y manipulación, falta de refrigeración, deterioro durante el transporte y procesamiento. En comparación, solo el 9% se debe a los residuos de los consumidores.
En términos de
emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, el desperdicio de alimentos es responsable de alrededor del
6%. Esta cifra es de 2018 y no tiene en cuenta las pérdidas de alimentos en las granjas durante la producción y la cosecha. Por lo tanto, es muy probable que las emisiones de gases de efecto invernadero hayan
aumentado en la actualidad.
Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los residuos alimentarios son 3 veces superiores a las emisiones mundiales de la aviación. Si se comparan los residuos alimentarios con las emisiones nacionales, serían el tercer mayor emisor, por detrás de China (21%) y Estados Unidos (13%).
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Las emisiones agrícolas mundiales de metano y óxido nitroso (gas hilarante) aumentaron un 17% entre 1990 y 2005. Para 2020 se prevé un nuevo aumento de entre el 35% y el 60%. Las principales causas son el creciente uso de fertilizantes sintéticos nitrogenados y el aumento de la ganadería. El óxido nitroso es un gas especialmente nocivo para el clima. En comparación con el CO2, su efecto para el clima por unidad de peso es unas 300 veces mayor.
La población mundial no deja de aumentar y se prevé que pase de 7.700 millones a 9.600 millones en 2050, lo que provocará una intensificación del calentamiento global. La misión de LEROMA es frenar esta tendencia negativa creando opciones sostenibles. Son muchos los alimentos que se pierden entrela granja y el hogar, y más de 870 millones de personas sufren desnutrición.
Con la creciente demanda de agua potable y las diversas necesidades de la industria, el sector energético y, sobre todo, la agricultura, el agua se ha convertido en las últimas décadas en un recurso cada vez más valioso. Sin embargo, muchas partes del mundo se enfrentan ya a la escasez de agua. El crecimiento demográfico y el cambio climático agravarán la escasez en las próximas décadas. La agricultura consume el 70% del agua superficie y subterránea del planeta. Por esta razón, el desperdicion de alimentos está asociado al disperdicio de agua.
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La incineración de residuos alimentarios requiere una importante cantidad de energía y es costosa. Construir una incineradora capaz de quemar 1 millón de toneladas de residuos al año cuesta entre 190 y 1.200 millones de dólares. En términos de impacto medioambiental debido a los residuos alimentarios, la incineración de alimentos libera gases de efecto invernadero y destruye el potencial de reutilización de nutrientes. Las incineradoras liberan 3 veces más dióxido de nitrógeno y 28 veces más dioxinas que las centrales eléctricas de carbón para producir la misma cantidad de energía.
El reciclaje y el upcycling serán una tarea importante para el futuro. Sobre todo si se tiene en cuenta que el coste real del desperdicio de alimentos es muy superior a los 1.600 millones de dólares, porque a la larga destruye nuestro planeta. Cada vez que se tiran alimentos, también se desperdician recursos valiosos como el agua, el suelo y la energía. Cuanto más tarde se desperdician los alimentos a lo largo de la cadena de valor, mayor es su impacto medioambiental. En consecuencia, estos recursos se pierden y contribuyen a la contaminación ambiental.
1.000 - 1.500 litros de agua
por 1 kg de aguacate
1,4 kg de CO2 por 1 kg de aguacate
Cada aguacate recorre unos 10.000 km
Países de origen: México, República Dominicana y Perú
Batidos, salsas y pasteles
La semilla puede molerse y mezclarse con alimentos
Cremas faciales y champús
Su alto contenido en grasa ayuda a la piel seca, mientras que la biotina aporta brillo al cabello
Tinte rosa en la industria textil
por ebullición de la almendra y la cáscara
Biopolímeros de semillas de aguacate
Pajitas, cubiertos y platos biodegradables inventados por una startup mexicana
Un
estudio reciente de BCG, una consultora global que trabaja con líderes empresariales y comunitarios para abordar sus mayores retos, ha descubierto que las empresas que tienen éxito a la hora de
abordar los retos sociales tienden a obtener
mayores beneficios y márgenes totales para sus accionistas. Al abordar un enorme reto mundial, las empresas con una cadena de valor global pueden lograr beneficios empresariales tangibles como
costes más bajos, mercados más amplios y nuevas oportunidades de ingresos. En el proceso, ayudan a construir una
economía circular con métodos de reciclaje y upcycling.
Se prevé que la población mundial crezca linealmente hasta alcanzar los
10.000 millones de personas en 2060. La tasa de crecimiento global será menor y se espera que
disminuya del 1,08% en 2019 al 0,1% en 2100. Sin embargo, debido al aumento de la tecnología y a la mejora de los tratamientos médicos, el número de personas que viven en la Tierra seguirá aumentando.
de la cadena de valor con LEROMA
LEROMA no sólo apuesta por una
mayor eficiencia en el proceso de adquisición y comercio de materias primas alimentarias, sino también por
reducir el desperdicio de alimentos. Los alimentos no procesados, en particular, pueden reutilizarse y procesarse. Esto significa que el
potencial al principio de la cadena de valor es especialmente grande.
Ahorro de tiempo
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Eficacia
Venda sus excedentes de materias primas y reduzca sus costes de almacenamiento y eliminación.
Reducción de costes
Reciba solicitudes sólo de interesados que hayan encontrado su materia prima mediante una búsqueda específica.
y beneficios de los productos de desecho. Al poner estos productos a disposición de industrias alternativas como la cosmética o la farmacéutica, estamos creando un modo de vida sostenible y una economía circular.
Venda sus materiales sobrantes y de desecho a través de la Bolsa de Excedentes de LEROMA. Así ahorrará cada mes el 12 % de sus costes de eliminación y almacenamiento.
